SALIDAS DIDÁCTICAS: MÁS ALLÁ DEL ESPACIO DE LA ESCUELA

Las Salidas Didácticas como experiencia directa, se constituye una experiencia de la vida misma. Una mirada diferente al mundo inmediato que nos rodea.

Cuando se habla de Experiencia Directa, no se le otorga debida importancia. Pues se omite que bien podría transformarse en una situación de aprendizaje muy significativa.
Docentes y  familias piensan a menudo que una salida didáctica posee más dificultades que beneficios:
"¿Para qué sacar a nuestros niños y niñas de un ámbito seguro como es la Institución escolar y arriesgarse a los peligros de un contexto diferente?"
"¿Qué pueden aprender que no aprendan todos los días, en salidas diarias con sus familias?"
"¿Para qué realizar una planificación más, y mandar autorizaciones, recibir y controlar dinero, contratar vehículos, arriesgarse si algo sale mal?"
Algunas interrogantes entre otras, surgen y es necesario contestarlas analizando el significado de una experiencia directa en la vida de  niños y niñas.

Es necesario y hasta imprescindible que niños y niñas participen de recorridos por su comunidad, para que puedan conocerla, comprender su cultura, desarrollando una mirada observadora e investigadora. Visitar a los personajes representativos, a sabios y sabias, dialogar con ellos, y participar de múltiples posibilidades de indagar y aperturar sus sentidos.

La mejor forma de aprender no es dentro de paredes de un aula, sino más bien es utilizar estrategias pedagógicas como las Salidas Didácticas, que permitirá a los estudiantes encontrarse con su vida misma y construir un aprendizaje altamente significativo.